Es importante tener la casa limpia y ordenada. Con los siguientes trucos conseguirás que tu vivienda se mantenga más ordenada y por más tiempo.
Friega los platos
Es importante fregar los platos después de cada comida y cada cena, porque
evitarás los malos olores. ¡Sentirás que tu cocina es mucho más acogedora!
Limpia la encimera
Después de cocinar debes pasar la bayeta por toda la superficie, así que con esta rutina eliminarás las manchas de aceite o grasa. Por último, limpia y enjuaga la bayeta para que no coja malos olores.
Limpia los suelos después de cocinar
Después de haber limpiado la encimera, pasa la escoba para quitar las migas o los restos de comida. ¡Por último, friega el suelo!
Limpia el baño
Después de la ducha, puedes eliminar las manchas de pasta de dientes del lavabo, colocar las toallas y pasar un paño por la mampara para eliminar la cal. En ese momento será más facil eliminar la suciedad gracias al calor del agua de la ducha.
Guarda las cosas
Para mantener tu casa ordenada es aconsejable guardar las cosas después de cada uso.
Haz la cama
Haz la cama cuando te levantes porque potencia la autoestima y reduce el estrés. Debes saber que dormir con la cama sin hacer provoca tortícolis o contracturas en la espalda.
Recoge la ropa
Cuando llegas a casa no debes dejar la ropa que te quitas tirada encima de la cama. Así, que echa en el cubo de la ropa sucia aquellas prendas que necesiten ser lavadas. Guarda en el armario la ropa que puede utilizarse varias veces más antes de lavarlas.
No dejes el calzado por el medio
No dejes los zapatos tirados por el salón. Compra un mueble zapatero y cuando llegues a casa te será mucho más fácil sacar las zapatillas de casa y guardar los zapatos que has llevado durante todo el día.
Recoge el salón
Antes de irte a dormir pon los cojines en su sitio, coloca bien la funda del sofá, limpia la mesa de centro con una bayeta y dobla la mantita con la que te tapas.
Limpia las manchas
Es mejor eliminar las manchas en ese momento, ya que la limpieza general será mucho más llevadera. Cuando algo se derrame o se manche, límpialo con un paño húmedo.
Tira lo que no usas
«Hay multitud de objetos que vamos acumulando sin ninguna razón, ni siquiera sentimental, sino más bien por dejadez. Así que desecha todo aquello que no usas, que no necesitas, que ocupa espacio y bloquea la organización. Cuando lo hagas te sentirás renovado. Lo que no sirva o esté en mal estado tíralo a la basura. El resto, para intentar darle un segundo uso, mételo en una caja y véndelo, regálalo o dónalo», informan desde La Vanguardia.
Revisa el correo a diario
No dejes el correo encima del mueble del recibidor. Lo mejor es guardar las facturas importantes en los cajones y tirar los papeles que no vas a necesitar.
Ventilar la casa
Además, de limpiar y ordenar, también es importante ventilar, para limpiar el aire de tu hogar. Abre las ventanas, aunque sea invierno, lo ideal es abrirlas a primera hora de la mañana o a última de la tarde, porque en estas horas la concentración de alérgenos en el aire es inferior que en las horas centrales del día.
Es muy importante abrir las ventanas todos los días y dejar que se renueve el aire, aunque sea 10 minutos. Te aconsejamos que optes por un purificador de aire, para reducir los niveles de alérgenos y contaminantes en el hogar.
Los profesionales de Air Quality Prosescan, expertos en tecnología de regeneración y purificación de la calidad del aire, explican que el aire limpio retrasa el envejecimiento celular.
También evita enfermedades como la bronquitis, gripe, el dolor de garganta, los estornudos, las alergias, los resfriados, la congestión nasal y la sequedad en la piel.
Las personas que viven en un hogar libre de virus y bacterias, duermen mejor, están más relajados y respiran mejor.
El purificador puede atrapar el humo del tabaco, el polen, las bacterias, los ácaros del polvo, etc. También puede eliminar los malos olores, ya que estos provienen de los elementos contaminantes presentes en el hogar.
Debes saber que los expuestos a los efectos negativos de los contaminantes en el aire son: los bebés, mujeres embarazadas, personas con enfermedades cardíacas, niños pequeños, personas con enfermedades respiratorias, pacientes con diabetes, ancianos y pacientes con enfermedades inmunitarias.
También puedes usar las cortinas purificadoras que son capaces de mejorar la calidad del aire cuando se exponen a la luz.