A día de hoy, la limpieza de los aeropuertos se encuentra robotizada en gran medida. Las máquinas que se utilizan para este fin no son muy diferentes de las que se usan para la limpieza de pabellones deportivos, estaciones de tren y grandes superficies comerciales.
Por mucho que cojamos el avión, nunca dejaremos de sorprendernos de lo grande que es el aeropuerto por dentro y lo limpio que está todo. Da igual a la hora que cojamos el vuelo. Como diría mi madre, el suelo está para comer sopas en él.
Mantener limpias unas instalaciones que a diario utilizan millones de personas no se podría conseguir sin la mecanización de la limpieza.
Telemadrid cuenta que cada noche se limpia una pista de aterrizaje completa en el aeropuerto de Barajas. Alrededor de 10.000 metros cuadrados de terreno. El área de despegue y aterrizaje del aeropuerto más grande de España está completamente limpia cuatro veces al año.
Para limpiar las pistas de aterrizaje se utilizan unas barredoras especiales. Con capacidad para eliminar el caucho que queda atrapado en el asfalto. Un material que hace que los aviones resbalen al aterrizar. Las barredoras separan automáticamente el agua de los restos de goma, de manera que esta agua se puede reutilizar una y otra vez durante el servicio.
En la parte interior del aeropuerto: los vestíbulos de llegada y salida, los pasillos, las zonas de acceso restringido y las puertas de embarque, la limpieza está robotizada y automatizada. Con maquinaria reprogramada que representa un ahorro económico del 50% y del 60% del tiempo.
Puede ser que pensemos que la limpieza robotizada elimina puestos de trabajo, pero no es así. En la limpieza del aeropuerto de Barajas trabajan más de dos mil operarios y continuamente se ofertan nuevas vacantes.
Las actividades de limpieza que requieren más detalle la continúan realizando los trabajadores. Y en las máquinas, tanto para su mantenimiento, como para su pilotaje, se requiere mano de obra humana.
Estas son algunas de las máquinas que se utilizan en la limpieza de los aeropuertos:
Las barredoras industriales.
Estas barredoras permiten barrer grandes superficies diáfanas como los vestíbulos de entrada y salida, las pasarelas, la zona de recogida de equipajes, las salas de espera, etc.
Estamos hablando de superficies extensas. Desde que pasamos por la zona de chek-in hasta que llegamos a la puerta de embarque, un viajero puede recorrer a pie una distancia de 2 kilómetros y medio en el aeropuerto de Barajas. La limpieza de esta superficie se efectúa con barredoras industriales.
Cuenta un artículo publicado en LinkedIn que la primera barredora mecánica se utilizó en exteriores. Más concretamente, para barrer las calles de Manchester en 1843. Era una barredora propulsada por caballos, con un funcionamiento bastante rudimentario. Unos cepillos que movía el operario con unas manivelas y que llevaba la suciedad hasta un depósito.
Aquella innovación supuso un antes y un después en la higiene urbana y en la limpieza de las ciudades. Las calles de las grandes urbes, por la concentración de población y por la dificultad para limpiarlas, eran hasta entonces un foco de enfermedades e infecciones.
Fregadoras y abrillantadoras.
Si las barredoras se utilizan para barrer grandes espacios de interior, las fregadoras mecánicas se usan para fregarlas. Con un funcionamiento parecido, estas máquinas disponen de rodillos giratorios y tanques con agua y detergente, que al tiempo que friegan las baldosas, dejan inmediatamente seco el piso. Listo para que transiten por él, los viajeros, sin esperar a que el suelo se seque.
Las abrillantaras, a su vez, utilizan ceras y rodillos de cerdas más suaves, que giran a más revoluciones, puliendo los suelos más transitados y dándoles un aspecto resplandeciente.
Cualquier neófito como yo, no instruido en la materia, llegamos a confundir las barredoras, las fregadoras y las abrillantadoras. Todas ellas parecen pequeños cochecitos con el operario sentado encima o carros empujados por el trabajador. Las máquinas automatizadas, que trabajan de forma autónoma, sin acción humana, nos recuerdan a los robots de las guerras de las galaxias.
Sin embargo, cada una de estas máquinas tiene sus particularidades. Ni usan los mismos rodillos ni funcionan igual.
Un asunto que nos llama la atención es que encontramos máquinas que son barredoras-fregadoras; es decir, que son polivalentes, y fregadoras – abrillantadoras. Que friegan y pulen el piso en la misma pasada.
Estas máquinas que se utilizan en interiores pueden ser eléctricas o funcionar con motores diesel. Los modelos más modernos están automatizados y tiene rutas o tareas programadas.
Aspiradoras y sopladoras.
Las aspiradoras aspiran el polvo y la suciedad sólida, mientras las sopladoras propulsan aire a presión que lleva la suciedad hasta el lugar que interesa.
El empleo de estas máquinas es clave para facilitar el trabajo a las barredoras industriales.
Las aspiradoras se utilizan para limpiar las alfombras de las zonas de embarque, las salas vip y las salas de espera. Se diferencian de las aspiradoras domésticas en que tienen mayor potencia de aspiración y depósitos más grandes.
Las sopladoras se utilizan más en el exterior. Como en la zona de aparcamiento o en la acera de la entrada al edificio. Estas sopladoras pueden funcionar con motor de gasolina o con batería eléctrica.
Para la limpieza exterior de las aeronaves, de los hangares y de otros vehículos que se utilizan en el aeropuerto se usan aspiradoras especiales que funcionan con aire comprimido.
Maquinaria de limpieza a presión.
El agua a presión es un sistema efectivo para eliminar la suciedad incrustada y los residuos persistentes. En los aeropuertos se usa en exteriores. Para limpiar rampas de acceso, pistas de servicio o zonas de aparcamiento.
También se puede utilizar para limpiar rincones del exterior de las aeronaves o de otros vehículos que se utilizan en las pistas y que están especialmente sucios.
Las máquinas que se usan en la limpieza de las pistas de despegue y aterrizaje, también emplean agua a presión. El chorro de agua, lanzado a una gran fuerza, logra desprender del asfalto los restos de neumático que hayan quedado atrapados.
Cuando el avión aterriza o va cogiendo velocidad para el despegue, el caucho de las ruedas alcanza una temperatura tan alta que queda pegada a la pista. Son las líneas negras que a veces percibimos desde la ventanilla del avión.
Su eliminación es clave para garantizar la seguridad de las aeronaves. Los restos de caucho crean una superficie resbaladiza que hacen que el avión patine, dificultando su control.
Los modelos de algunas de estas máquinas tienen la función de aspirar el agua propulsada y depurarla con filtros, permitiendo su reutilización y reduciendo el consumo de agua en la limpieza.
Sistemas de limpieza en altura.
La limpieza de los altos ventanales del aeropuerto es otro aspecto que llama la atención. Para ello se usan pértigas telescópicas y robots limpiacristales.
Las pértigas telescópicas llegan a alcanzar una altura de más de 20 metros. Están conectadas a sistemas de agua desionizada. Un agua pura que no deja residuos sobre el vidrio y que para limpiar los cristales no necesita detergentes ni productos químicos. Estas pértigas son manipuladas por trabajadores desde el suelo.
Para limpiar grandes fachadas acristaladas se utilizan robots que se adhieren a las superficies por medio de sistemas de vacío, tipo ventosas, o a través de electroimanes que quedan pegados a los perfiles metálicos.
Estos robots se desplazan por los ventanales con ruedas motorizadas y están equipados con boquillas de agua y cepillos rotativos que efectúan la limpieza de manera automática.
Los robots permiten limpiar grandes superficies de cristal en poco tiempo y llegar a lugares donde la limpieza puede resultar difícil o peligrosa para los humanos. De todos modos, los rincones que requieren un mayor detalle, son acabados por trabajadores especializados que, en ocasiones, realizan trabajo en altura.
Limpieza de escaleras mecánicas.
Para la limpieza de las escaleras mecánicas y de las rampas móviles que encontramos en los largos pasillos para acelerar el paso, se utilizan máquinas especiales que permiten limpiar los peldaños y los pasamanos sin necesidad de abrir la estructura, ni desmontarla.
Estas máquinas utilizan potentes aspiradores y ranuras de encaje que se adaptan con precisión a las rendijas, limpiando en el interior de ellas.
Efectúan la limpieza en seco, usan motores eléctricos y para su funcionamiento no requieren de ningún tipo de producto químico.
Son máquinas especiales que permiten una limpieza rápida y efectiva de estos elementos. Permitiendo su uso inmediato por parte de los viajeros.
De esta forma, la limpieza de las escaleras y rampas mecánicas tiene un efecto mínimo sobre el trasiego constante que hay en el interior de un aeropuerto.
Mucha de esta maquinaria se utiliza en otras grandes instalaciones públicas o privadas como centros comerciales, hospitales, hoteles, etc. Los gerentes de Meprolim, una empresa canaria dedicada a la venta de maquinaria de limpieza industrial, con más de 30.000 clientes satisfechos, nos cuentan que muchas empresas del sector alquilan puntualmente esta maquinaria o hacen contratos de leasing.
Una opción que permite a instituciones y empresas acceder a maquinaria de limpieza industrial sin tener que hacer el desembolso económico que implica la adquisición de estos equipos.