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Ideas de negocio relacionados con el agua

Si alguien se pasa el día soñando con el mar, si cada vez que huele a sal le cambia el humor, si vive contando los días para volver a pisar la arena… ¿para qué insistir en trabajos que no ilusionan si se puede intentar vivir del mar?

No hace falta ser marinero ni tener un barco enorme, hay muchísimas ideas sencillas para montar un negocio en la playa o relacionado con el agua. Solo hace falta un poco de imaginación y muchas ganas de estar cerca de lo que se ama.

 

Chiringuitos

No hay verano sin chiringuito. Son ese lugar donde a todo el mundo le apetece parar aunque solo sea para beberse un agua fría o tomarse un helado. Poner un chiringuito puede ser una buena opción si se tiene permiso para instalarlo en la playa, pero también si se encuentra un local cerca del mar. No hace falta montar algo enorme ni sofisticado. A veces basta con unas buenas tapas, bebidas frías y buena música.

Hay quien decide centrarse en cafés especiales, smoothies naturales o comida vegetariana. Otros tiran de lo clásico: paellas, pescadito frito, bocadillos. También se puede montar algo más moderno tipo food truck si la zona lo permite.

El caso es estar en el sitio donde todo el mundo quiere pasar.

 

Actividades acuáticas

Deshoras, una empresa de alquiler de sombrillas, de venta de souvenirs y de deportes acuáticos en alicante, nos comentan que los deportes acuáticos siempre llaman la atención de los turistas. Montar una escuela de surf o paddle surf puede ser una buena forma de atraer a turistas y gente local. Si el sitio tiene olas, mejor. Pero si el agua es más tranquila, hay otras opciones atractivas.

Cada zona tiene lo suyo. Lo importante es saber qué puede funcionar mejor y ofrecerlo de forma sencilla y divertida. Mucha gente solo quiere una experiencia de una hora, algo fácil, seguro y bonito para recordar. Y si no se tiene experiencia enseñando, se puede empezar colaborando con alguien que sepa y encargarse de la parte de gestión o atención al cliente.

 

Alquiler de sombrillas y tumbonas

Montar un negocio de alquiler de sombrillas y tumbonas puede ser bastante rentable si se organiza bien. Mucha gente no quiere cargar con todo desde casa. Si además se ofrecen bebidas frías, cremas solares o incluso libros o revistas, se puede redondear el día de los clientes.

También está la opción de alquilar espacios tipo «cama balinesa», con más privacidad, sombra y algo de música suave. No hace falta complicarse demasiado, solo cuidar que todo esté limpio y bien colocado.

 

Paddle surf con perros

Sí, como suena. Cada vez más personas viajan con sus mascotas y buscan planes donde puedan incluirlas. Hay quien ya ha montado actividades de paddle surf con perros. Se les pone un chaleco salvavidas a los animales, se hacen paseos cortos y tranquilos, y se sacan fotos para que el recuerdo sea completo.

Es una idea divertida, diferente y bastante viral en redes. Solo se necesita una tabla grande, paciencia y mucho cariño por los animales.

 

Tienda de cosas de playa

A veces la gente olvida el protector solar, las chanclas, el bañador, las gafas de sol, la toalla… Tener una tiendecita cerca del paseo marítimo puede salvar a más de uno. Además, se pueden incluir cosas bonitas hechas a mano: pulseras de conchas, ropa ligera, bolsos de rafia o pareos. Si es un lugar turístico, la gente siempre busca algún recuerdo bonito que llevarse.

 

Alquiler de bicicletas acuáticas

No son tan comunes como otras cosas, pero llaman mucho la atención. Las bicicletas acuáticas permiten pasear por la superficie del agua sin mojarse demasiado y sin necesidad de saber nadar. Son ideales para familias o parejas que buscan un plan tranquilo.

Si el sitio tiene un puerto o una zona con aguas calmadas, puede funcionar muy bien. Se pueden alquilar por horas y ofrecer rutas sencillas.

 

Fotografía acuática

Para quien tiene ojo y le gusta la fotografía, esta es una opción muy creativa. Se pueden ofrecer sesiones fotográficas en el agua, tanto en superficie como debajo. Hay muchas parejas, familias o grupos de amigas que buscan fotos bonitas en la playa.

Solo hace falta una buena cámara acuática, algo de práctica y un estilo propio. Si las fotos se entregan bien editadas y se hace una experiencia agradable, la gente suele repetir o recomendar.

 

Excursiones en barco

Si se tiene acceso a un barco (aunque sea alquilado) se pueden organizar excursiones cortas por la costa. Visitas a calas escondidas, puestas de sol en el mar, paseos con aperitivo incluido… La idea es crear una experiencia bonita, aunque sea breve.

También se pueden combinar con snorkel o paddle surf. Y si se ofrece algo de comida o bebida, se convierte en un plan redondo.

 

Clases de yoga o pilates en la playa

Muchísima gente busca planes tranquilos pata desconectar. Las clases de yoga frente al mar, o incluso en una tabla de paddle surf, se están poniendo de moda. El sonido de las olas ayuda a relajarse y el ambiente suele ser muy especial.

No hace falta montar un gimnasio ni alquilar un local, solo elegir bien la hora y tener un grupo pequeño. A veces se combina con desayunos sanos o zumos naturales.

 

Venta de bebidas naturales

Un carrito con bebidas frías, limonadas caseras, agua de coco o zumos naturales puede funcionar muy bien en zonas de paso. No todo el mundo quiere alcohol o refrescos. Hay quien agradece algo sano y fresco.

Además, si se le da un toque bonito, con tarros de cristal, frutas a la vista o nombres originales, se convierte en algo muy «instagrameable» y llamativo.

 

Masajes en la playa

Un rincón con sombra, una camilla cómoda y alguien que sepa dar masajes. A veces no hace falta más. La gente que va a la playa suele estar más relajada y dispuesta a darse un pequeño capricho. Si el sitio es discreto y agradable, puede funcionar muy bien.

Se pueden ofrecer masajes rápidos (espalda, pies, cuello) o más largos, con aceites naturales. Lo importante es que sea cómodo, limpio y relajante.

 

Talleres creativos junto al mar

Pintar con acuarelas, hacer pulseras, escribir postales, aprender a hacer nudos marineros… Hay muchas actividades pequeñas que pueden organizarse en la playa para niños o adultos. Sobre todo si son zonas con turismo familiar.

Se trata de ofrecer un ratito diferente, sin complicaciones, con materiales sencillos. Muchas personas agradecen poder hacer algo con las manos mientras escuchan el mar.

 

Guardería de playa (por horas)

No es muy común, pero puede ser muy útil. Hay padres que quieren nadar tranquilos o darse un paseo y no siempre pueden. Ofrecer un espacio seguro, con sombra, juegos y personal de confianza para cuidar a los peques durante una hora o dos puede ser una idea interesante.

Obviamente, requiere responsabilidad y quizá permisos especiales, pero si se hace bien puede cubrir una necesidad real.

 

Taller de reciclaje marino

Otra idea diferente es ofrecer pequeños talleres o actividades para enseñar a cuidar el mar. Recoger basura de la playa, clasificarla, crear cosas con lo encontrado o simplemente charlar sobre qué se puede hacer para proteger el océano.

Es un plan ideal para colegios, campamentos o familias. Además, se puede colaborar con asociaciones o voluntarios que ya estén trabajando en eso.

 

Paseos en tabla transparente

Ya existen y son espectaculares: son tablas de paddle surf hechas con material transparente que permiten ver el fondo del mar mientras se rema. Es algo muy visual, que llama mucho la atención y que puede ofrecerse como experiencia única.

Lo ideal es hacerlo en aguas claras, con poca profundidad, donde haya peces o rocas bonitas que ver.

 

Club de lectura frente al mar

Una idea muy sencilla para quien ama leer: crear un pequeño grupo de lectura en la playa. Se elige un libro, se queda cada semana para comentarlo y se acompaña con algo de fruta o bebida. Puede parecer muy simple, pero hay gente que busca justo eso: momentos tranquilos, en buena compañía, con el mar cerca.

Incluso se puede combinar con la venta de libros usados o trueque entre miembros.

 

Rutas guiadas con historia marinera

Cada playa tiene su historia, y mucha gente no la conoce. Crear rutas a pie donde se cuenten anécdotas del puerto, historias de naufragios, leyendas locales o cómo vivía la gente del mar puede ser muy entretenido.

Solo hace falta investigar un poco, preparar un recorrido sencillo y contarlo de forma cercana. Si se hace con cariño, engancha mucho.

 

Vivir del mar, sin perder la cabeza

No hace falta hacerse rico. A veces basta con trabajar en un sitio que haga feliz. Si a alguien le gusta el mar, le da paz y le inspira, quizá montar algo cerca de él tenga sentido. Hay ideas para todos los gustos y niveles. Algunas necesitan permisos o inversiones, otras se pueden empezar desde cero.

Lo importante es no pensar que solo hay una forma de ganarse la vida. El mar tiene muchas caras, y una de ellas puede ser la de un negocio sencillo, bonito y muy personal.

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