Nos gusta la novedad, eso no es ningún secreto. A la inmensa mayoría, todo lo que aparece de nuevas, le resulta cuanto menos curioso. Luego puede gustar más o menos, pero de entrada, algo nuevo, atrae. Por esta razón, no es de extrañar que la innovación y la rentabilidad, sean las perfectas aliadas. Crear un producto o servicio nuevo, siempre atrae nuevos clientes. Sobre todo en unos tiempos en los que parece que todo, está inventado.
Si nos centramos en las empresas emergentes y los emprendedores, la rentabilidad es una de las prioridades para poder hacerse un hueco en su sector. Cuando se trata de una empresa ya establecida, sigue siendo un factor vital para poder continuar en el mercado y en caso de querer expandirse. Sin embargo, para las empresas emergentes y recién salidas del horno, los ingresos y ganancias producidos, son dos de las máximas prioridades.
Como bien sabemos, los ingresos son la cantidad total de dinero que un negocio, obtiene por sus ventas o la prestación de servicios, así como las actividades asociadas. Por otro lado, las ganancias o beneficios, es el dinero restante que le queda a una empresa, una vez ha pagado todos sus gastos. Teniendo presentes ambos parámetros, podemos conocer la salud económica de la empresa, ya que nos proporciona información sobre su crecimiento o, por el contrario, disminución. En otras palabras, permite saber si la empresa gana o pierde dinero.
En segunda instancia, ingresos y ganancias, constituyen la fuente de los fondos con los que se mantiene una startup. Las nuevas empresas, necesitan dinero para pagar a los empleados, sufragar los costes asociados a la oficina o local, el inventario, etc. En el caso de que una empresa emergente no cuente con los ingresos o ganancias suficientes, no podrá mantenerse a flote por mucho tiempo. Lo que nos lleva a los inversores que, sienten gran interés por sus ingresos y ganancias y, necesitan pruebas de que la empresa, gana dinero. Así como la cantidad que ganan en relación con los costes. En caso de no poder demostrar la rentabilidad, obtener financiación será más complicado.
Maximizar ingresos y ganancias para obtener rentabilidad
Aquellos que se encuentren en esta situación, tratando de sacar adelante a su idea de emprendimiento, tienen que tener muy presente que los ingresos y las ganancias, son los factores más relevantes, para poder mantenerse en el mercado. Por lo que no está de más, conocer algunas estrategias que se pueden llevar a cabo, con la finalidad de maximizar los ingresos y ganancias del negocio. Los expertos en assessorament professional a Girona de Capellas, advierten que algunas de las estrategias a implementar, pueden conllevar una inversión de tiempo y dinero, bastante significativa. En tanto que otras, pueden ser de bajo coste y con una implementación más fácil.
Una de las estrategias más sencillas y efectivas, es revisar la estrategia de precios. Con esta medida resulta más plausible aumentar las ganancias. Para ello, hay que asegurarse de que los precios se encuentren alineados con los que marca la competencia y no dejar dinero sobre la mesa, cobrando un precio inferior por los productos o servicios.
Así mismo, aumentar la variedad de productos o servicios ofrecidos, puede ayudar en gran medida, a incrementar los ingresos. Esto puede hacerse a través de la adquisición de nuevos productos o servicios a los ya existentes, o mediante la expansión a otros mercados.
Todo esto puede ser de gran ayuda, pero conviene reforzar el marketing del negocio. A la hora de aumentar las ventas de un negocio, hay que asegurarse de que los clientes potenciales, conozcan la oferta de productos o servicios que se ofrece. Revisar y estudiar el marketing es la mejor manera de llegar al público objetivo y hay que hacerlo a través de los canales que mayor eficacia proporcionan.
Otra estrategia a implementar, puede implicar una mejora en la eficiencia operática. Observar de cerca los procesos comerciales y comprobar hasta donde se pueden reducir los costes asociados y mejorar la eficiencia, resulta esencial en todo negocio. Esto puede implicar la automatización de tareas, optimizar la cadena de suministro o implementar prácticas de fabricación más ajustada.
Ofrecer descuentos y promociones a los clientes, es una de las maneras más conocidas de aumentar las ventas y ganancias, dentro de un corto plazo. En esta situación hay que asegurarse de no descontar demasiado de los productos o servicios, puesto que puede afectar a las ganancias a largo plazo.
Invertir en investigación y desarrollo, permite ir por delante de la competencia. Aquí entra en juego la innovación, ya que implica desarrollar productos o servicios o, mejorar los que ya se ofrecen. Al mismo tiempo que la investigación y aplicación de nuevas tecnologías, pueden resultar muy beneficiosas para el negocio.
Sin duda, una de las mejores bazas para incrementar las ganancias, reside en la expansión del negocio hacia nuevos mercados. Esto puede conllevar tener que abrir nuevas ubicaciones, comercio electrónico o ampliar los canales de distribución.
Además, no hay que olvidar proporcionar un excelente servicio al cliente. Siempre hay mayor probabilidad de obtener ingresos si los clientes estás satisfechos. Los mismos clientes, se ocuparán de contar su experiencia positiva a terceros, proporcionando la mejor publicidad.
Centrarse en las cuentas clave y mantener contentos a los clientes de las mismas, resulta esencial, dado que este tipo de cuentas, son las que producen mayores beneficios. Y por supuesto, reducir los costes siempre que sea posible. Mantener los costes bajo control, permite maximizar las ganancias, por lo que hay que revisar los gastos de forma regular y encontrar maneras de minimizar costes sin comprometer la calidad.
Innovación empresarial: clave del éxito
Sin lugar a dudas, todas las estrategias reseñadas, resultan indispensables para mantener un negocio a flote y lanzar una empresa. Aun así, existe algo vital para que una empresa emergente tenga éxito: la innovación. Innovar a nivel empresarial implica la mejora continua en todos los procesos corporativos. Tanto si se trata de la oferta de productos y servicios ofrecidos, como si se trata de la eficiencia en la entrega. Innovar no se limita a la integración de los avances tecnológicos más vanguardistas. Va más allá.
Esta relación entre innovación y éxito a nivel empresarial, no es algo nuevo. De hecho es algo evidente que podemos observar en las empresas más rentables del mundo. Los gigantes como Amazon o Apple, son un claro ejemplo de ello, constituyendo una fuente de cultura innovadora. Ambas han visto como su rentabilidad se incrementa hasta triplicarse y todo, gracias a sus constantes innovaciones.
Se considera que la innovación reside en la capacidad de adaptarse y evolucionar. Para que tenga éxito, debe llevar a la empresa a prosperar en una o varias áreas en particular. Algunos de los beneficios que conlleva la innovación, son los que citamos a continuación.
Adaptabilidad y resiliencia para mantenerse en el mercado. Las empresas innovadoras, son más ágiles y capaces de adaptarse a los continuos cambios del mercado, las nuevas regulaciones y, por supuesto, las preferencias de los consumidores. Pueden mantenerse competitivas y aprovechar las nuevas oportunidades, fomentando una cultura de innovación continua.
Sin duda, mejora y favorece la reputación de la marca. Las empresas más creativas e innovadoras, se ganan la confianza de los consumidores, atraen nuevos clientes y fidelizan a los existentes. Son más atractivas de cara a los profesionales con mayor talento y los consumidores, están dispuestos a pagar más.
Por otro lado, la innovación permite crear nuevas fuentes de ingreso, la capacidad de diversificar las mimas y reducir la dependencia a una única línea de servicios. La creación de nuevos productos o servicios, abre la puerta de mercados todavía sin explorar.
De tal manera que, aprovechar todo lo que ofrece la innovación, proporciona mayor rentabilidad. Las empresas emergentes e innovadoras, prosperan en los entornos competitivos y cambiantes, puesto que llevan la innovación más allá de los cambios superficiales.
Gestionar la innovación de las empresas, es parte de adoptar un motor de crecimiento que lleve hacia la rentabilidad máxima. Lo que implica que se viva en una constante búsqueda de mejora de servicios, productos y procesos que, anticipan las necesidades de sector, optimizan las operaciones y, en consecuencia, impulsan los márgenes de beneficio.
El enfoque de la innovación puede ser diverso. Desde la adopción de las nuevas tecnologías, hasta el liderazgo visionario, pasando por reducir la rotación del personal, valorando el talento, la colaboración externa y la investigación y el desarrollo. Evaluar el impacto de las iniciativas innovadoras, permite tomar decisiones más ajustadas en base a los datos obtenidos. Todo esto sin olvidar proteger las ideas, ya que pueden convertirse en activos intangibles de lo más valioso, a la hora de aumentar la rentabilidad.
Cabe señalar que las empresas más innovadoras, invierten parte de su presupuesto y tiempo en este tipo de procesos. La innovación requiere planificación para poder llevar a cabo la implementación adecuada. De poco sirve la novedad si no se sabe gestionar.
Contar con expertos externos para convertirse en una empresa emergente innovadora, puede resultar una buena opción a la hora de conseguir que la empresa, se convierta en un negocio de lo más rentable.


