Conocemos el término publicista, de eso no hay duda. Aunque es muy probable que no tengamos muy claro en que consiste su trabajo, cuáles son sus funciones o en que se diferencia un profesional de la publicidad de uno del marketing. Lo más habitual es mezclar ambas profesiones y no hacer mucha distinción entre sus funciones, similares pero diferentes o la finalidad concreta de cada uno.
Aunque la figura del publicista y la imagen que del mismo tenemos, no es algo moderno ni novedoso, pues la publicidad existe desde que se inventó el comercio, si es cierto que a lo largo del tiempo, se ha ido adaptando. Lo más reciente en el sector, es encontrar publicistas especializados en sectores muy concretos como es el caso de Publi Dental Consulting, centrados en publicitar el sector de la odontología. Esta exclusividad, proporciona valor a los publicistas y a los publicitados que, en la actualidad es lo más importante.
La publicidad es una manera de llegar al público con la finalidad de dar a conocer un producto o servicio. A diferencia del marketing que también quiere vender ese producto o servicio, la publicidad, consiste en mostrarlo. Ambos perfiles trabajan en equipo, pues el uno se apoya en el otro, pero los roles de cada campo se atienen a una finalidad concreta.
Para que nos entendamos, debemos saber que la labor del publicista, consiste en la supervisión y coordinación de la imagen pública de una persona, organización o empresa (y sus consiguientes productos o servicios). Estos profesionales, suelen formar parte de la plantilla de una empresa o ser contratados para trabajar de manera particular. Son los encargados de crear el material publicitario y las campañas que hacen posible aumentar la concienciación pública y crear la imagen positiva necesaria para los clientes. Pueden a su vez, encargarse de la coordinación de entrevistas con los medios, gestionar las comunicaciones y responder preguntas en nombre la empresa.
El marketing por el contrario, se centra en la promoción del producto o servicio concreto y no de la empresa que lo proporciona. A grandes rasgos, esta es la diferencia esencial de estos campos de la publicidad.
La función del publicista
Como profesionales, los publicistas están capacitados y cualificados para cumplir roles de tal envergadura como ser responsables de la gestión de la imagen pública de una persona, empresa u organización, así como de las comunicaciones que la misma deba hacer. Esto incluye igualmente a celebridades que cuentan entre sus empleados con publicistas que se encargan de lavar su imagen o mantenerla limpia, según sea el caso.
Otro de sus cometidos es supervisar las actividades relacionadas con las relaciones públicas de los clientes que contraten sus servicios, desarrollar y ejecutar campañas publicitarias y crear relaciones favorables con los diferentes medios de comunicación. Al mismo tiempo, ejercen como enlace entre clientes y empresas, organizaciones o particulares. Siendo a menudo los responsables de la elaboración de los comunicados de prensa, la cobertura mediática y la gestión de las actividades de los clientes en los diferentes canales y medios de comunicación existentes.
Un profesional eficaz, debe poseer excelentes dotes de comunicación y un amplio conocimiento del panorama digital, conocer a la perfección las necesidades de sus clientes y ser capaz de responder con mucha rapidez a los constantes cambios que se producen en el entorno mediático en el que se mueven.
Con independencia de lo que el publicista quiera hacer, es interesante que sea experto en nuevas tecnologías de la comunicación. Conocer los diferentes programas que facilitan el trabajo variará en función de enfoque que quiera hacer de sus funciones que pueden orientarse hacia la creación de las piezas publicitarias necesarias, el análisis de las campañas realizadas o a realizar, la gestión de los clientes, la compra de anuncios, etc.
En el caso de un publicista especializado en anuncios publicitarios o diseños gráficos, deben tener conocimientos de los diferentes programas de diseño como el Figma o el Photoshop. Sin embargo, si quiere ser un publicista especializado en gestión de campañas, donde la ejecución, implementación y seguimiento de las mismas es el objetivo, los conocimientos deberán incluir soluciones publicitarias de Meta o Google ADS, así como plataformas de compra programática de anuncios como Adobe Advertising, o análisis de datos y plataformas de CRM como Hubspot.
Gracias a las tecnologías de última generación, los publicistas se reinventan y amplían los roles de su profesión. La publicidad programática o compra programática de anuncios, por ejemplo, consiste en ofrecer los anuncios de forma automatizada a los usuarios. Para hacer esto posible, hay que basarse en su comportamiento en línea, el historial de navegación y los datos demográficos que ofrece la tecnología junto con el comportamiento de compra. De esta manera, la tecnología hace posible que los anunciantes optimicen sus campañas publicitarias en el entorno digital y se dirija al público concreto y adecuado para lograr sus objetivos.
Si nos remontamos unos años, podemos comprobar como esta profesión se ha reinventado para poder ofrecer servicios de mayor calidad a sus clientes.
Una profesión con muchos entornos posibles
Uno de los aspectos que hacen mas atractiva la labor del publicista es que se trata de una profesión que puede ejercerse en diferentes entornos y ámbitos. Desde las conocidas agencias de publicidad, hasta las ONG, los servicios de un publicista son necesarios para darse a conocer y proporcionar una imagen limpia y adecuada al producto o servicio que se ofrece. Departamentos de servicios creativos en entornos empresariales, empresas de servicios, industrias, bancos u hospitales, son algunos de los lugares en los que el publicista puede ponerse a servicio de sus clientes.
Así mismo, los roles, títulos, cargos y funciones que puede desempeñar dentro del sector, son tan diversos como el entorno en el que se pueden mover. En función de las habilidades del publicista y los intereses del mismo, este puede trabajar como gestor programático, dedicándose a la gestión de las plataformas de publicidad y programación, siendo el responsable de las operaciones concernientes a las campañas, la gestión de los clientes y ofrecer un soporte técnico y de consulta a los diferentes clientes.
También puede ofrecer servicios de copywriter o lo que viene a ser redactor publicitario de toda la vida. En este caso, el redactor creativo es capaz de generar la idea que haga posible el desarrollo de las diferentes ideas que van a desembocar en anuncios, sitios web y campañas publicitarias en toda regla.
Otro puesto en el que destacan los publicistas, es el de director de arte. Cuando un publicista posee habilidades en ilustración, fotografía y diseño o está preparado para trabajar en estos aspectos, un publicista puede encargarse del diseño de las páginas web, los anuncios y por supuesto, los folletos que tanto gustan a los clientes.
Como ejecutivos de cuentas, un publicista se encarga de mantener la comunicación con los clientes y hacer que sigan contratando los servicios de la agencia de publicidad o el publicista particular en cuestión.
Una vez el publicista ha trabajado durante un tiempo conveniente como copy o director de arte, es posible que ascienda en su carrera, llegando a convertirse en un director creativo. En este punto de su carreta, el publicista se dedica a evaluar las diferentes ideas que lleguen para crear anuncios, páginas web o campañas publicitarias.
En su versión más moderna y adaptada a los tiempos, donde el publicista se reinventa totalmente, es ejerciendo como diseñador de experiencia de usuario. Estos profesionales de la publicidad, saber perfectamente cómo funciona un sitio web y son capaces de diseñar la manera en la que los usuarios interactúan en la red.
Como decimos, en los últimos años, la tecnología ha conllevado una metamorfosis drástica en el sector de la publicidad. En la actualidad, las redes sociales se han convertido en una de las herramientas más valiosas en asuntos de marketing y publicidad, al tiempo que los blogs se han convertido en medios de comunicación y divulgación en toda regla.
Los publicistas, por lo tanto, utilizan estos medios para el desempeño de sus funciones. Desde la creación de los spot publicitarios para la televisión como el diseño de una campaña ideada para los sitios web, conllevan la necesidad de contar con los servicios de estos profesionales.
Para ser un buen publicista hay que saber planificar, diseñar, ejecutar y controlar las diferentes estrategias de comunicación y publicidad necesarias para promocionar de forma adecuada los productos, servicios o ideas para los que son contratados. Sus funciones primordiales son la investigación del mercado y el análisis de la competencia, realizar una planificación estratégica y publicitaria, son los responsables de la creatividad y el diseño publicitario de las campañas, gestionar los medios seleccionando los más adecuados para llegar al público objetivo y evaluar los resultados obtenidos. Todas estas tareas deben realizarse siempre en coordinación con otros departamentos como el de ventas o relaciones públicas, con la finalidad de que la estrategia publicitaria diseñada se alinee con los objetivos de la empresa.
En resumen se trata de profesionales con una gran creatividad, dotados de una excelente visión estratégica con amplios conocimientos del mercado y grandes dotes de comunicación, capacidad de análisis y de trabajo en equipo que se adaptan a los tiempos y se reinventan continuamente.